Ecuador

Conoce qué es la “muerte cruzada”, la medida que tiene los ojos de América Latina en Ecuador

La decisión del presidente Guillermo Lasso le da tiempo, pero también le representa un riesgo que preocupa a líderes de la región.

Foto de fuerzas armadas de Ecuador.
EFE

QUITO - La disolución de la Asamblea Nacional aunada a la solicitud al ente electoral para que convoque a comicios, conocida como "muerte cruzada", es una medida riesgosa porque el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, gana tiempo pero también se juega su puesto.

El analista jurídico Ramiro Aguilar indicó a la agencia AP que “este es un mecanismo plenamente constitucional” y que la medida ayuda a destrabar la disputa entre el gobierno y la Asamblea.

Se trata de un mecanismo extraordinario que contempla su Constitución como salida a una crisis de gobernabilidad. Está prevista en el artículo 148 de la carta magna ecuatoriana de 2008, promovida bajo el mandato presidencial del progresista Rafael Correa (2007-2017) y es la primera vez que se hace uso de ella.

“Un conflicto de esta naturaleza puede durar cuatro años y es un conflicto que paraliza el país, entonces la 'muerte cruzada' (disolución de la Asamblea) establecida en la constitución del 2008 fue diseñada para superar los conflictos políticos que ponen en jaque a las instituciones, que paralizan la institucionalidad”, explicó Aguilar.

De ahí la preocupación mostrada por líderes de América Latina que el miércoles instaron a Ecuador a continuar por la senda de la democracia.

Estados Unidos aseguró que su relación con el gobierno de Ecuador permanece "fuerte" y se negó a comparar lo ocurrido con Perú, cuando el año año pasado su entonces mandatario, el izquierdista Pedro Castillo, promovió una medida similar y acabó encarcelado bajo acusaciones de golpe de Estado.

En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel dijo que el presidente Joe Biden está al tanto de la decisión de Lasso, ofreció su apoyo a "las instituciones y a los procesos democráticos de Ecuador", y expresó su respeto "a la voluntad del gobierno y del pueblo ecuatoriano".

Desde México, el presidente Andrés Manuel López Obrador deseó que Ecuador pueda superar la crisis política e indicó que su gobierno estará atento a la situación.

“Ojalá y los hermanos ecuatorianos puedan resolver esto así con este procedimiento”, dijo López Obrador. “Si se va a convocar a nuevas elecciones pues que participen todas las fuerzas políticas y no creo que haya violencia política”.

Desde Perú, la presidenta Dina Boluarte, quien sustituyó a Castillo tras su destitución, apoyó las medidas tomadas por su colega ecuatoriano.

“Respetamos la decisión adoptada por el presidente Guillermo Lasso dentro del marco constitucional”, expresó Boluarte en su cuenta de Twitter. “Abogamos para que el próximo proceso electoral en la hermana República de Ecuador se lleve a cabo dentro de los cauces legales, en paz y en democracia”.

Chile, en tanto, manifestó a través de su cancillería su esperanza de que la crisis política en Ecuador se resuelva a través de los mecanismos democráticos e institucionales previstos en la constitución, “con estricto apego y respeto al Estado de derecho”.

El canciller chileno Alberto van Klaveren consideró que la situación debe observarse con especial cuidado. “Hay un orden constitucional que está vigente en Ecuador y nuestra aspiración es que todas las partes respeten ese orden constitucional”, expresó.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó este lunes de “usurpadora” a Dina Boluarte, mandataria de Perú, quien hace unas semanas lo acusó de injerencia política y de querer ser dictador.

CÓMO TOMARON LA DECISIÓN DISTINTAS ASOCIACIONES

La Organización de los Estados Americanos (OEA), uno de los organismos regionales que busca apuntalar la democracia en el continente, no se manifestó de manera inmediata sobre la situación en Ecuador.

En el caso de Perú, el enredo político estuvo acompañado por una ola de protestas que culminó en febrero, con más de 60 muertos y 1,700 heridos.

Algunos expertos en asuntos latinoamericanos, entre ellos Cynthia Arnson, han advertido que las medidas tomadas por Lasso en Ecuador “crean una gran incertidumbre y un potencial de inestabilidad y violencia”.

Arnson, exdirectora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington, dijo a The Associated Press que si hay prolongadas protestas sociales y se tornan violentas, podrían amenazar la gobernabilidad y forzar a Lasso y al consejo electoral a adelantar las elecciones como una forma de salir de la crisis.

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