En video: crean pirámide ancestral solo con rosas

La estructura tiene 500,000 rosas y podría ser el arreglo floral más grande del mundo.

La localidad de Tabacundo, al norte de Quito, busca romper un récord Guinness con la construcción de una pirámide ancestral hecha con 500,000 rosas producidas en la sierra del país andino.

La edificación de 3,608 pies cuadrados es una imitación de una de las pirámides de Cochasquí, un importante patrimonio natural y arqueológico del cantón Pedro Moncayo, de la que Tabacundo es capital zonal, y que busca consagrarse como el arreglo floral más grande del mundo.

"Estamos en la capacidad de hacerlo, somos los primeros productores de flores del país y el Ecuador es el tercer país exportador de flores del mundo", dijo a Efe el alcalde del cantón, Frank Gualsaqui.

Un delegado de la empresa Guinness World Records tenía pautado llegar este sábado para evaluar el arreglo.

"Nos merecemos hacer el intento y decirle al mundo que aquí se producen las mejores rosas", agregó el alcalde.

El último récord se batió en Fráncfort, Alemania, en 2005, con un arreglo floral de 170,000 flores.

Ecuador, que tiene una fuerte presencia en los mercados internacionales de rosas, busca ahora desbancar ese récord y obtener la medalla de Guinness.

Los trabajos para levantar el monumento de rosas comenzaron el 9 de julio, y desde entonces todos los días han colocado "entre 85,000 y 95,000 rosas", comentó Rosa Cisneros, diseñadora del proyecto.

Las flores provienen de 150 plantaciones distribuidas por toda la sierra ecuatoriana, y los ramos llegan en camiones a un centro de acopio.

Allí, un grupo de voluntarios, en una ágil y a la vez delicada labor, cortan el exceso de tallo, arrancan las hojas y colocan las rosas en cartones que son llevados a la Plazoleta de la Banda, donde se levanta la pirámide.

Para que los tallos se mantengan hidratados se ha instalado un sistema de riego por goteo.

Los habitantes del cantón, perteneciente a la provincia de Pichincha, de la que Quito es su capital, han colaborado voluntariamente en la construcción del arreglo.

"Diariamente tenemos a 200 a 300 personas dándonos su aporte", agregó Cisneros.

En el proyecto trabajan voluntarios de todas las edades, y a decir de la diseñadora este proyecto "ha unido al cantón y todos quieren colocar al menos una rosa".

En los cinco días de construcción, la jornada de trabajo ha subido de doce a catorce horas y la última será de 24.

"Mañana a las seis en punto estará todo concluido", afirma la diseñadora.

A pesar de las bajas temperaturas en la noche y los fuertes vientos en el día, según Cisneros "la gente está muy entregada con el proyecto y no ven la hora" de terminarlo.

Las rosas utilizadas en la construcción de la pirámide servirá posteriormente para la elaboración de abono.

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