Joe Biden

Biden, López Obrador y Trudeau se reúnen en medio de entendimientos y desacuerdos

Estados Unidos y Canadá han expresado su frustración con el hecho de que López Obrador no se ha sumado a los esfuerzos globales para frenar las emisiones causantes del cambio climático.

Telemundo

WASHINGTON - Al reanudar las cumbres trilaterales de América del Norte luego de cinco años, el presidente estadounidense Joe Biden se unió el jueves a sus homólogos de México y Canadá para declarar que sus naciones pueden trabajar juntas y demostrar que las “democracias cumplen”, aun cuando tratan de resolver sus diferencias en varios asuntos clave.

Pero incluso mientras Biden, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador hablaban sobre su respeto mutuo, los tres dignatarios también se encontraron lidiando con nuevas controversias en materia comercial, migratoria y de cambio climático, entre otras.

“Podemos enfrentar todos los desafíos si simplemente nos tomamos tiempo para dialogar el uno con el otro, trabajando juntos”, declaró Biden, quien recibió a sus vecinos en lo que había sido casi una tradición anual en la década previa a que el expresidente Donald Trump asumiera el cargo.

Fue una jornada diplomática que requirió de una cuidadosa coreografía, ya que Trudeau y López Obrador se reunieron cada uno por separado con Biden y con la vicepresidenta Kamala Harris antes de su encuentro trilateral en la Sala Este de la Casa Blanca, donde hubo una combinación de inglés, francés y español.

Mientras exaltaban los puntos fuertes de su alianza, los desacuerdos también salieron a la luz.

Entre ellos se incluyen las diferencias entre Washington y Ottawa en torno a una propuesta de incentivos fiscales que beneficiaría a los fabricantes estadounidenses de vehículos eléctricos, la frustración de López Obrador ante la renuencia de Estados Unidos a emitir más visas temporales de trabajo en momentos en que las empresas estadounidenses se quejan de escasez de mano de obra, y la decepción de Estados Unidos y Canadá con el hecho de que México no actúa con mayor urgencia en el combate al cambio climático.

Biden se reunió primeramente con Trudeau, y dijo que la relación entre ambas naciones ha sido una de las más sencillas durante los primeros meses de su gobierno.

Pero el mandatario estadounidense también confirmó que debían discutir diferencias sobre una propuesta de incentivos fiscales a los vehículos eléctricos incluida en su enorme iniciativa de servicios sociales y cambio climático.

“Hablaremos al respecto”, dijo Biden. “Ni siquiera ha sido aprobada en la Cámara de Representantes”, agregó.

La propuesta en cuestión ofrecería a los consumidores estadounidenses un crédito fiscal de $7,500 si compran vehículos eléctricos hasta 2026. Al año siguiente, sólo las compras de vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos tendrían derecho al crédito. El crédito base aumentaría en $4,500 si el vehículo se fabricara en una planta estadounidense que operara bajo un contrato colectivo negociado con los sindicatos.

La viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, calificó el miércoles el incentivo como una clara violación de un acuerdo comercial trilateral actualizado.

Trump tuvo una relación distante con el predecesor de López Obrador: Enrique Peña Nieto, a quien presionó para que nunca declarara públicamente que México no pagaría por el muro en la frontera entre ambas naciones.

Pero López Obrador pareció lograr un entendimiento con Trump en ese sentido: México frenaba el flujo de migrantes centroamericanos que intentaban llegar a la frontera sur de Estados Unidos y Trump se hacía de la vista gorda en prácticamente todos los demás aspectos de la complicada relación entre ambas naciones.

López Obrador se expresó con calidez sobre Biden al aparecer ante las cámaras para el comienzo de su reunión del jueves. Ambos presidentes discutieron las relaciones de México con Estados Unidos durante los gobiernos de Abraham Lincoln y Franklin D. Roosevelt, frente a los retratos de ambos que Biden tiene colgados en la Oficina Oval.

El mandatario mexicano elogió a Biden por tratar a su gobierno con respeto, algo que, resaltó, no siempre ha sido el caso en la larga relación entre los dos países, y por incluir en su iniciativa presupuestaria fondos para reformar el sistema migratorio. Sin embargo, también hizo alusión a su deseo de que Estados Unidos actúe con mayor prestancia en el tema de las visas temporales.

López Obrador también ha mencionado en varias ocasiones su interés en que el gobierno estadounidense expanda su programa de visas temporales de trabajo para que más mexicanos y centroamericanos puedan cubrir la demanda de mano de obra en Estados Unidos. A cambio, los trabajadores temporales podrían tener mayor acceso a los sueldos de Estados Unidos sin tener que sumarse al flujo de migrantes ilegales.

Hay que “dejar de rechazar a migrantes cuando, para crecer, se necesita de fuerza de trabajo que, en realidad, no se tiene suficiente ni en Estados Unidos ni en Canadá. ¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?”, declaró López Obrador.

Las reuniones del jueves en la Casa Blanca representan el primer encuentro trilateral entre los líderes de Norteamérica desde que Trudeau, Barack Obama y Peña Nieto se reunieron en Ottawa en junio de 2016. La tradicional cumbre comenzó cuando George W. Bush recibió al presidente mexicano Vicente Fox y al premier canadiense Paul Martin en su rancho de Waco, Texas, en 2005.

Las prioridades de México de cara a la reunión eran obtener avances concretos en materia migratoria y un acceso más equitativo a las vacunas contra el COVID-19.

Estados Unidos y Canadá han expresado su frustración con el hecho de que López Obrador no se ha sumado a los esfuerzos globales para frenar las emisiones causantes del cambio climático. El presidente mexicano no acudió a la cumbre climática de Naciones Unidas, celebrada este mes en Glasgow, y ha acusado a las naciones ricas de “hipocresía” en cuanto al cuidado del medio ambiente.

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