Violencia

Asesinan a dos hermanitos que vendían taquitos a la orilla de la carretera

Los niños, de 11 y 14 años, trabajaban en una zona dominada por el narco.

Telemundo

CIUDAD DE MÉXICO - La mujer narraba con la voz entrecortada lo que veía: le arrebataron la vida a dos criaturas, una de 11 años y, Alexis, de 14 o 15.

A lo lejos, los peritos revisaban el vehículo donde estaban los cadáveres de los dos menores que minutos antes había sido acribillados.

"Ellos vendían taquitos para ayudarle a su mamá", relata la reportera Wendy Obispo, corresponsal en el estado de Guerrero.

Obispo comenzó a trasmitir los hechos en redes sociales minutos después de que todo pasó y asegura que Alexis y su hermana estaban en el puesto donde trabajan cuando fueron atacados por hombres armados que les dispararon sin piedad.

"Ellos vendían sobre la carretera, que va de Iguala a Cocula, taquitos, cigarros, lo que podían y se ganaban unas monedas", informa Obispo.

El comunicado emitido por la Fiscalía de Guerrero indica que las víctimas tenían 11 y 14 años, vivían con sus padres y dos hermanos más pequeños y todos los días salían a vender para apoyar a la economía de su hogar.

El padre de los hermanitos declaró que sus hijos estaban en el auto porque al darse cuenta de que estaban heridos trató de llevarlos al hospital, pero se detuvo en el camino al ver que ya habían fallecido.

En los últimos días el nombre de la comunidad de Alcozacán ha dado la vuelta al mundo luego de que niños entre 8 y 14 años fueron presentados a mitad de la semana pasada como policías comunitarios.

Las autoridades estatales confirmaron que ya investigan este crimen, el cual forma parte de la larga lista de asesinatos que se registran en la zona norte de la entidad.

"Sí, son muy puntuales los hechos y muy dramáticos, nosotros no hemos dejado de hacer operativos", afirma David Portillo Menchaca, secretario de Seguridad Pública.

Pero estas acciones no han sido suficientes, dicen pobladores como Óscar Lozano y Adriana Eugenia, para borrar el miedo que sienten por vivir en esa zona.

En el enfrentamiento ocurrido en Guerrero también murió un militar.

"La verdad. sí es un temor para toda la población porque sale uno a la calle y nos sabe a qué hora le va a tocar la balacera", dice Lozano.

"Es el temor que nosotros vivimos como padres al saber de nuestros hijos, al salir de la escuela, camino a casa, no tenemos seguridad", afirma Adriana Eugenia.

La familia de los menores asesinados está reuniendo dinero para poderles dar una digna despedida.

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