A veces, los grandes cambios tienen orígenes sorprendentes. En el caso de Tampa, Florida, una búsqueda infructuosa de guayabas en el siglo XIX desencadenó una serie de eventos que transformaron un pequeño pueblo en la "Capital mundial del tabaco" y este año celebra 136 años.
En 1884, Gavino Gutierrez, un ingeniero civil hispanoamericano con sede en Nueva York, escuchó un rumor que aupuestamente en la zona de la Bahía de Tampa, los árboles de guayaba crecían en abundancia.
Como trabajador de una empresa de empaquetado de frutas tropicales, Gutierrez pensó que las guayabas podrían ser una nueva fuente de productos para su compañía. Por tal razón este decidió investigar, acompañado por el propietario de la empresa, y emprendieron un viaje a Tampa.
Sin embargo, el rumor resultó ser falso. Las guayabas, frutas sensibles al frío, no lograban alcanzar la madurez debido a las heladas esporádicas del Centro de Florida.
A pesar de la decepción, la visita no fue en vano. Gutierrez quedó impresionado por el potencial económico de Tampa, que pronto estaría conectado a la red ferroviaria nacional gracias a los esfuerzos de Henry B. Plant.
Con esta perspectiva en mente, Gutierrez volvió a Nueva York, deteniéndose en el camino para visitar a un amigo: Vicente Martinez Ybor, un destacado fabricante de puros en el área de Key West.
Ybor buscaba un nuevo lugar para trasladar su negocio y Gutierrez sugirió Tampa como una posibilidad. Intrigado, Ybor visitó Tampa y coincidió con la evaluación de su amigo.
En el transcurso de un año, Ybor y sus socios compraron una gran parcela de tierra al noreste de Tampa. Así nació Ybor City, una ciudad de la compañía dedicada a la producción de puros. Gutierrez fue designado ingeniero civil de la empresa de Ybor, y este planificó, como también diseñó las calles de lo que pronto se convertiría en hogar y lugar de trabajo para miles de inmigrantes.
Para principios del siglo XX, el humilde pueblo de Tampa se había transformado en una de las ciudades más grandes de Florida y se ganó el título de la "Capital mundial del tabaco". Esta impresionante metamorfosis fue provocada por una fallida "fiebre de la guayaba", una búsqueda que no produjo guayabas, pero sí generó una ciudad próspera y vibrante.
Como resultado de la gran historia de la ciudad de Tampa, la también conocida como “ciudad protegida” se ganó cariñosamente el apodo de "The Big Guava", una forma humorística y afectuosa para recordar los orígenes de su desarrollo.
