Alguacil del Condado Polk, Grady Judd, reveló detalles del trágico abuso que sufrió Bryan Boyer, un niño de 4 años, presuntamente a manos de su madre, Patricia Saintizaire, de 36 años.
Saintizaire, quien emigró de Haití con Bryan, a quien Judd describió como un niño “no deseado”, está acusada de someterlo a maltratos físicos prolongados y severos. Según las investigaciones, la madre habría atado las manos del niño detrás de su espalda y lo lanzó a una piscina en un acto de crueldad que la fiscalía califica de homicidio premeditado.
El alarmante estado de salud del menor fue notado el 1 de mayo por su hermano de 16 años, también adoptado de Haití, quién al verlo letárgico, instó a su madre a llevarlo al hospital.
Sin embargo, Saintizaire habría minimizado la gravedad de la situación, alegando que el pequeño solo estaba “siendo dramático”.
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Bryan fue finalmente trasladado a un hospital en Haines City, donde lamentablemente falleció. El informe del médico forense reveló evidencia de abuso a largo plazo, incluyendo “capas de moretones y lesiones” producto de golpizas anteriores. “Ahora está en los brazos de Dios”, expresó Judd. “Ya no está siendo golpeado, ni amarrado, ni lanzado a una piscina”.
Durante la investigación, los detectives encontraron un video del incidente de la piscina y otro material que mostraba a Bryan boca abajo mientras su madre presuntamente lo golpeaba en la espalda. Estos hechos, descritos por Judd como tratados por el niño “como si fueran una ocurrencia normal”, han conmocionado a la comunidad.
Patricia Saintizaire ha sido acusada de asesinato en primer grado, abuso infantil agravado y manipulación de testigos, y compareció ante el tribunal el miércoles.
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El padre del niño estaba trabajando en el momento del incidente y el adolescente ha sido puesto bajo custodia protectora. La investigación sigue en curso, mientras la comunidad y las autoridades buscan justicia para Bryan.
