El siguiente contenido ha sido creado en colaboración con Gonzalez Motorsport. Este contenido no representa las opiniones del equipo editorial de Telemundo Tampa. Haz clic aquí para conocer más sobre Gonzalez Motorsport.
Los vehículos de alto rendimiento ofrecen gran velocidad y potencia. Sus suspensiones inteligentes, neumáticos pegajosos, motores potentes y frenos reforzados brindan el control y la comodidad de conducción necesarios para mantener las velocidades máximas sin perder el control. Estos componentes especiales diferencian a un automóvil de alto rendimiento de un vehículo estándar, pero también son la razón por la cual vehículos de alto rendimiento y autos de carreras requieren más mantenimiento que los autos estándar.
Debido a que los vehículos de alto rendimiento vienen equipados con piezas de rendimiento especial que corresponden al tipo de vehículo en particular, no se pueden reemplazar con piezas genéricas. De hecho, las piezas a menudo no se pueden cambiar por su cuenta y deben ser reemplazadas junto con otros componentes. Cuando se compara con vehículos estándar, estos autos requieren experiencia más especializada y repuestos más costosos para las reparaciones y el mantenimiento. Además, los diferentes estilos de conducción así como la alta potencia y velocidad de automóviles de alto rendimiento reducen los intervalos de servicio y exigen cambios de neumáticos más frecuentes.
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A pesar de estas diferencias en el mantenimiento, mantener tu automóvil de alto rendimiento no tiene que ser difícil, y no es necesario ser un mago mecánico para tomar las medidas adecuadas. Hemos creado una sencilla guía de mantenimiento adaptada a tu vehículo de alto rendimiento.
Consejo 1: Sigue el programa de mantenimiento recomendado
La luz de control del motor de tu auto es el indicador más claro de que tu automóvil necesita una revisión. No obstante, debes evitar esperar hasta el último minuto para programar una cita de mantenimiento. Cada fabricante de automóviles recomienda intervalos de mantenimiento para diferentes modelos de automóviles y estilos de conducción. Al comprar tu vehículo, asegúrate de preguntar sobre el programa de mantenimiento recomendado para tu tipo de vehículo y programa los servicios en consecuencia. Los servicios regulares pueden ayudarte a detectar piezas rotas o anomalías desde el principio y antes de que ocurra un daño mayor. Esta medida preventiva te ayudará a ahorrar dinero a largo plazo.
Consejo 2: Realiza chequeos fáciles en casa una vez al mes
No todas las inspecciones requieren la mirada experta de un mecánico capacitado. Hay varios chequeos regulares importantes que puedes hacer tu mismo fácilmente desde la comodidad de tu hogar.
Revisar los niveles de aceite, agua, líquido de frenos, líquido de transmisión, líquido de dirección asistida y refrigerante una vez al mes es esencial para detectar fugas y evitar problemas de rendimiento mayores. El aceite es uno de los fluidos más importantes en el motor de tu carro—sirve como lubricante, enfría el motor, reduce el desgaste de las piezas móviles y mantiene su automóvil funcionando sin problemas. Lo mejor es adherirse al tipo de aceite que se indica en el manual del propietario de tu carro—este es el aceite para el que se diseñó tu vehículo.
Otros componentes que requieren un examen mensual son los filtros de aire, los faros, las señales de giro, las luces de freno, las luces de estacionamiento y los limpiaparabrisas. Consulta el manual del propietario de tu automóvil para obtener instrucciones e información sobre cómo revisar el filtro de aire de tu motor y con qué frecuencia debe ser reemplazado. Para verificar si todas las luces de tu vehículo funcionan correctamente, enciéndelas mientras estaciona frente a una superficie plana y camina alrededor de tu automóvil para inspeccionarlas visualmente.
Realizar estos controles a corto plazo una vez al mes ayudará a maximizar la vida útil y el rendimiento de tu auto y puede reducir los costos de mantenimiento profesional para tus revisiones a largo plazo.
Consejo 3: Revisa regularmente tus neumáticos
Tener la presión de aire correcta en tus neumáticos evitará que revienten, por lo que debes revisar la presión de tus llantas con la mayor frecuencia posible. Una regla general es que debes cambiar tus neumáticos si la banda de rodadura del neumático se encoge a menos de 2 mm. Estate preparado para cambiar tus neumáticos de alto rendimiento con más frecuencia que los neumáticos estándar. Mientras que los automóviles estándar requieren cambios de neumáticos aproximadamente cada 40,000 millas, los neumáticos de alto rendimiento necesitan ser reemplazados aproximadamente cada 20,000 millas.
Un consejo extra: Rota tus llantas regularmente para equilibrar el desgaste desigual de la banda de rodadura y prolongar su vida útil.
Consejo 4: Limpia y revisa tu batería
La batería de tu auto es uno de sus componentes más importantes. Las influencias externas, como las temperaturas extremas, pueden afectar el rendimiento de la batería, por lo que debes revisarla aproximadamente dos veces al año. Estate atento a la corrosión, que se puede formar en los terminales de la batería en forma de polvo blanco o azul. Si se produce corrosión, limpia la batería para evitar que se agriete o funcione mal.
Consejo 5: Consigue el seguro de auto adecuado
Debido a las distintas cualidades de los vehículos de alto rendimiento, que incluyen más potencia, altos costos de compra y mantenimiento, y diseños exteriores e interiores especiales, estos autos presentan elementos de alto riesgo para los proveedores de seguros de automóviles. Los conductores son estadísticamente más imprudentes debido al alto rendimiento del motor, y los autos deportivos llamativos son más atractivos para los ladrones. Todo esto hace que los seguros para vehículos de alto rendimiento sean más caros, pero aún más necesarios, así que asegúrate de comparar y elegir tu plan de seguro sabiamente y de acuerdo con el valor de tu vehículo.
Consejo 6: No descuides el mantenimiento exterior y la limpieza interior regular
La limpieza y el mantenimiento de las superficies de tu auto son tan importantes como el mantenimiento mecánico. Los elementos externos, como los excrementos de pájaros, la savia de los árboles, el hielo derretido o la sal para carreteras, presentan peligros antiestéticos que pueden dañar la pintura y el tren de rodaje de tu auto. Puede evitar esto limpiando regularmente el exterior y el interior de tu carro y eligiendo los productos de limpieza y abrillantadores externos adecuados. Los productos incorrectos podrían dañar tu vehículo, así que investiga y pide consejo a mecánicos expertos.
Consejo 7: Vigila cualquier cambio de marchas y la velocidad o el sonido del motor
Un embrague que funcione es uno de los factores más importantes para mantener el motor en marcha. Los embragues y los motores son algunos de los repuestos más caros para los automóviles de alto rendimiento. Si notas algún cambio o encuentras dificultades al cambiar de marcha, debes contactar un mecánico inmediatamente.
Seguir todos estos consejos de mantenimiento ayudará a mantener tu auto en condición óptima, reducirá los posibles costos de reparación, lo mantendrá a ti y a tus pasajeros seguros y te permitirá pedir el mejor precio al revender tu vehículo. Y aunque el mantenimiento preventivo no cambia los costos generales más altos asociados con los autos de alto rendimiento, como el costo de compra inicial, el mantenimiento y los precios del combustible, este es un inconveniente que la mayoría de los entusiastas de los autos tolerarán felizmente para disfrutar de lo que más aman: conducir a altas velocidades con el modelo de carro de sus sueños.
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