Análisis

¿Existe el racismo sistémico en Estados Unidos?

Expertos abordan la visión de que algunas prácticas institucionales actuales estarían marcadas o son resultado de un pasado de segregación racial.

Telemundo

Washington D.C.- No es la primera vez que Estados Unidos vive manifestaciones y altercados frente a la brutalidad policial, pero aunque las tácticas del movimiento de derechos civiles han cambiado, pero no tanto el discurso sobre la continuada existencia de un sistema social y gubernamental que habría heredado prácticas racistas comunes en épocas de segregación racial.

"El movimiento de derechos civiles de hoy se basa en las lecciones del pasado y las usa para avanzar en soluciones concretas para vincular de forma agresiva las causas profundas de la supremacía blanca y el racismo sistémico", dijo a Efe Becky Monroe, directora del programa de Lucha contra el Odio y los Prejuicios de The Leadership Conference of Civil and Human Righs. 

"Estamos en la era donde la gente negra ha dicho 'basta ya'. Piden que aquellos que están en el poder respondan de forma afirmativa con una legislación federal que aborde significativamente el racismo sistémico duradero y el supremacismo blanco en este país", destacó. 

LO QUE PIENSA EL PRESIDENTE Y SU EQUIPO

Los que inundaron las calles tras la muerte de George Floyd y otras víctimas de prácticas policiales quieren saber cómo se planea abordar el racismo sistémico que creen que tiene la culpa de lo ocurrido, que es lo mismo que cree el presidente Donald Trump.

En un acto reciente para resaltar la creación de empleo en el mes de mayo, Trump fue preguntado por su plan para abordar la desigualdad racial, y presentó su respuesta a través de un prisma económico.

“Lo que le sucedió a nuestro país, y lo que ahora ven, ha estado sucediendo; es lo mejor que podía pasar para las relaciones raciales. Para la comunidad afroestadounidense, para la comunidad asiática-estadounidense, para la comunidad hispana-estadounidense, para las mujeres, para todo, porque nuestro país es muy fuerte, y ese es mi plan”.

"Los estadounidenses quieren ley y orden", insistió Trump este martes, repitiendo uno de sus lemas electorales y sin reconocer en ningún momento la existencia del racismo sistémico que denuncia el movimiento "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan").

"Es enano, es un porcentaje pequeño" el de policías que abusan de su autoridad, subrayó el presidente, sin relacionar esos excesos con el racismo o la situación de las minorías.

Incluso, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, ha evitado responder de forma directa al ser preguntada por si Trump cree en la existencia de un racismo sistémico, respondiendo solo que el presidente denuncia una “injusticia” cuando la ve.

El secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), Chad Wolf, respondió así a la pregunta sobre si hay un intento amplio en la administración Trump de abordar el problema del posible sesgo racial dentro de los departamentos de policía:

"Y con mucho, estas personas que se ponen la insignia todos los días y el uniforme todos los días son buenas personas que hacen lo correcto, que no abusan de su poder. Hay una pequeña, pequeña minoría que hace eso. Necesitamos abordar eso (...) Pero esta noción de que hay racismo sistémico en nuestra comunidad de aplicación de la ley, la descarto. Es como decir que hemos puesto en marcha y diseñado un sistema que instala creencias racistas en toda nuestra comunidad de aplicación de la ley. Eso no es verdad. Pero lo que debemos hacer es responsabilizar a quienes abusan de su poder, debemos responsabilizarlos".

Wolf agregó: "Creo que la gran mayoría de las fuerzas del orden no tienen creencias racistas y están cansados de que les digan que son racistas una y otra vez. Tenemos varios agentes de la ley que son afroamericanos, asiáticos e hispanos. ¿Qué dices eso? ¿Los estamos llamando racistas sistémicos también?".

ANTES DE TRUMP

Mucho antes de Trump, otros presidentes han tenido que hacer frente al racismo y sus efectos, desde la comisión Kerner creada por Lyndon B. Johnson para investigar los disturbios raciales de la década de 1960, a la “Iniciativa sobre raza” de Bill Clinton o la “cumbre de la cerveza” organizada por Barack Obama en la Casa Blanca en 2009 con el profesor afroestadounidense de Harvard Henry Louis Gates y el sargento blanco de la policía de Cambridge, Massachusetts, que lo detuvo tras un malentendido fuera de su casa.

Se necesita más discusión, dijo Meena Bose, historiadora presidencial de la Universidad Hofstra. “No sé si Estados Unidos ha tenido realmente una conversación sostenida sobre raza y abordó estas cuestiones, realmente, de la forma extendida que vimos en las décadas de 1950 y 1960”, afirmó Bose.

Dentro de la evolución de los derechos civiles, la comunidad afroamericana ganó poder político a lo largo de las décadas de 1970 y 1980 y sus miembros pudieron acceder a cargos públicos en EE.UU., como por ejemplo jefes de policía, en un proceso que culminó en 2008 con la elección como presidente de Barack Obama. 

En semanas de protestas diarias, decenas de miles de estadounidenses, desde centros urbanos a pequeñas localidades, han pedido una reforma policial y reevaluar la injusticia racial. Y en esas protestas no solo hay afrodescendientes sino también personas de raza blanca.

"Somos racistas": los jóvenes blancos de hacen examen de conciencia

Jessie Brown creció en un condado donde solo había una familia negra, y tardó años en reconocer su propio racismo. Como ella, miles de jóvenes blancos están haciendo examen de conciencia en las protestas de EE.UU., con la esperanza de usar su privilegio para aupar al resto de su generación, reporta agencia de noticias EFE.

"Somos racistas, tenemos que reconocerlo y convertirnos en antiracistas", sentenció Brown, una profesora de ciencias de 27 años, en una conversación con Efe cerca de la Casa Blanca.

Su pancarta enviaba un mensaje directo: "Acabemos con el silencio blanco". A su alrededor en una de las protestas en Washington, la idea se repetía una y otra vez, con lemas como "El silencio blanco es violencia", y el más directo de todos: "Los blancos tenemos sangre en nuestras manos".

"EL SILENCIO BLANCO ES VIOLENCIA"

Si las protestas que vive Estados Unidos por la violencia policial contra afroamericanos como George Floyd , Breonna Taylor y Rayshard Brooks se han convertido en un movimiento sin precedentes, es en buena parte gracias a ellos: los jóvenes blancos que han inundado las calles del país en solidaridad con los negros.

"El carácter multirracial de estas protestas por la libertad negra, y en particular la participación generalizada de los blancos, es lo que las convierte en algo sin precedentes", explicó a Efe un profesor de historia afroamericana en la Universidad de Iowa, Simon Balto.

Acudir a la cita ha obligado a muchos estadounidenses blancos a preguntarse ¿por qué esos episodios de violencia policial les son tan ajenos?, ¿por qué no habían visto hasta ahora el problema?.

"Nunca antes había temido a la policía", reconoció para Efe un médico blanco de 30 años que solo dio su nombre de pila, Ben, y que posaba con su uniforme de trabajo y una pancarta que rezaba "Batas blancas por las vidas negras".

"Han tenido que pasar cuatro días de ver a policías lanzando gas a los manifestantes (en Washington) y atacando tiendas médicas en Asheville (Carolina del Norte) para que yo tuviera miedo. No tengo ni idea de cómo pueden seguir adelante las comunidades de color, que han lidiado con el racismo sistémico durante generaciones", añadió.

SER ALIADOS, NO PROTAGONISTAS

Asumir esa realidad -y la responsabilidad de los blancos a la hora de perpetuarla- puede generar sentimientos de culpa y hasta vergüenza, pero no son paralizantes: "Como aliada blanca es muy importante para mí hacer algo, porque si no, me siento cómplice", explicó a Efe esta semana Beatrice Delaval, de 23 años.

La mayoría salen del examen de conciencia decididos a descubrir cómo pueden usar su privilegio para cambiar las cosas, y convencidos de que ellos no pueden ser los líderes de esta revolución.

"Estoy aquí para seguir y para escuchar, pero también para pronunciarme cuando lo hagan los líderes negros y los organizadores, porque ellos nos necesitan a todos, y conseguir justicia no debería depender solo de ellos", subrayó Brown, la profesora de ciencia.

"SI LOS BLANCOS NO LUCHAMOS, NO VA A PASAR NADA"

Pero ese segundo plano, y la voluntad de dejar brillar a los jóvenes negros, no evita que los manifestantes blancos se den cuenta -en muchos casos con pesar- de que es su implicación, y no tanto la de los afroamericanos, la que hará más probable que las esferas del poder escuchen las demandas del movimiento.

"Si los blancos no luchamos contra lo que está pasando, obviamente no va a cambiar nada. No ha cambiado hasta ahora", tras más de un siglo de protestas de afroamericanos con la violencia policial, opinó Brown.

A unos metros de distancia, una joven afroamericana de su misma edad, Emily Allen, interpela a los blancos que la rodean con el lema de su camiseta: "¿Tienes privilegio?".

"La generación blanca más joven está viendo y reconociendo su privilegio, y eso está muy bien, y están diciendo 'vamos a ayudarlos', y eso está muy bien", aseguró Allen a Efe.

Pero, rodeada de pancartas y lemas que pronto inundarían las redes sociales, Allen dejó entrever un poso de preocupación: "Espero que estén aquí realmente por la causa, y no solo para hacerse fotos".

Preocupación mundial pero...

El tema de EEUU ya ha sido motivo de debate en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a solicitud de 54 países africanos que pidieron esta semana una investigación internacional sobre los abusos policiales. "Detrás de la violencia racial de hoy, el racismo sistémico y la violencia policial discriminatoria subyace la negación a reconocer y confrontar el legado del comercio de esclavos y del colonialismo", expresó la comisionada Michelle Bachelet al intervenir en el debate esta semana.

También el hermano de George Floyd, Philonise, participó por vía telemática desde EEUU denunciando que "la vida de los negros no importa" en este país. EEUU se retiró hace un año del Consejo de Derechos Humanos aduciendo que este órgano actuaba de manera tendenciosa.

Pero los países africanos no consiguieron su cometido y el viernes 19 de junio tuvieron que resignarse con una resolución edulcorada sobre el tema. Gracias a esto el Consejo pudo aprobar por consenso, sin necesidad siquiera de una votación, una resolución que condena la creciente violencia policial contra africanos y afrodescendientes, pero de manera general y sin mencionar en ningún momento a Estados Unidos, como se hacía en la versión original del texto.

La iniciativa africana pedía inicialmente la creación de una comisión internacional de investigación para EEUU, una fórmula a la que la ONU solo acude ante violaciones muy graves de los derechos humanos, pero que fue eliminada de la resolución aprobada.

Comisiones de ese tipo se suelen crear en contextos de posibles crímenes de guerra o contra la humanidad. A cambio de eso, se pidió a la Oficina de la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, que haga un seguimiento a nivel mundial de los actos de brutalidad policial contra africanos o personas afrodescendientes, eliminando así cualquier enfoque específico en EEUU.

En el turno de comentarios finales sobre esta resolución, varios países europeos, entre ellos Alemania, Italia o República Checa (en representación de la Unión Europea) aseguraron que señalar a un sólo país en un problema global como el racismo no era lo correcto.

"El racismo existe en todas las sociedades, es un problema contra el que debemos unirnos, no dividirnos, de ahí la necesidad de no apuntar sólo hacia un Estado", afirmó en este sentido la delegación germana.

Nota: el video que acompaña esta nota es una versión de una investigación hecha por un medio progresista llamado ACT.tv cuyas fuentes (en inglés) se citan a continuación:

An overview of funding of public schools

Minorities who “whiten” job resumes get more interviews (Harvard Study)

Bureau of Labor Statistics (Unemployment rates by race and age)

Whites have a huge wealth gap over blacks (but don’t know it)

The Effects of 1930s Redlining Maps

The Color of Money: how mortgage lending practices discriminate against blacks. (1989 Pulitzer Prize investigative Reporting)

Public School Funding in the US

Redlining

Institutional Racism

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