Después de una noche de manifestaciones que se tornaron violentas y de decretar un toque de queda nocturno, el condado de Miami-Dade anunció el retraso de las reaperturas de la playa que estaban programadas para el lunes.
El alcalde Carlos Giménez anunció la decisión el domingo por la mañana, y agregó que la demora continuaría hasta que se levante el toque de queda establecido el sábado por la noche.
Se programó la reapertura de las playas en el condado después de meses de cierres debido a la pandemia de coronavirus.
Las piscinas en varios parques, incluidos Goulds Park, A.D. Barnes Park y Oak Grove Park, volverán a abrir según lo programado, mientras que los hoteles también podrán ampliar el alojamiento según lo programado.
La policía de Miami-Dade confirmó que se habían realizado 57 arrestos como resultado de la protesta en la noche del sábado.
Los manifestantes comenzaron a marchar cerca de la Antorcha de la Amistad el sábado antes de dirigirse a la concurrida autopista I-95, cerrando la vía en ambas direcciones.
Las tensiones aumentaron cuando la policía comenzó a disparar gases lacrimógenos y gas pimienta contra una multitud afuera del Departamento de Policía de la Ciudad de Miami. Al final de la tarde, se vio a los manifestantes arrojando objetos a la policía y prendiendo fuego a los automóviles.
El alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, dijo que se lanzaron gases lacrimógenos después de que los oficiales presenciaron que dos manifestantes saquearon y destrozaron dos vehículos. Dijo que, aparte del gas, no hubo enfrentamiento entre los manifestantes y la policía.
